SOBRE MÍ

FELIPE MATAMALA S.

Actualmente se desempeña como Psicoanalista y supervisor, en su consulta privada. En conjunto con su labor como docente de la Clínica Psicológica de la Universidad Diego Portales.

Ha desarrollado su clínica psicoanalítica en Instituciones públicas y privadas. Se ha especializado en situaciones traumáticas de carácter sexual y situaciones de violencia. Dictando cursos en la Sociedad Chilena de Psicoanálisis (ICHPA) y en la Universidad Diego Portales.

Ha participado como expositor en Congresos Internacionales en torno a la materia en Chile, Estados Unidos (Universidad de George Washington), Argentina, entre otros.

Posee publicaciones en Revistas indexadas y libros en torno al psicoanálisis.

CURRICULUM


Dr. (c) en Psicología

Universidad Diego Portales

Docente de la Pasantía de la Clínica Psicológica

Universidad Diego Portales

Supervisor Clínico

Particular y de la Clínica Psicológica UDP

Magíster en Psicología Clinica Adultos

Universidad de Chile




TALLERES


Recientes









Anteriores


Taller: Pensando la Violencia Actual y su relación con la práctica

Diciembre 2019. Sociedad Chilena de Psicoanálisis
Abordó la experiencia de los profesionales con el estallido social. Pensando en generar espacios de aprendizaje psicoanalítico en torno a la posición del analista.



Taller: Reconociendo el impacto de la emergencia en nuestro trabajo

Noviembre 2019. Fundación DEM
En ella participaron 16 profesionales de diferentes programas de Protección y Responsabilidad Penal Adolescente de la Región Metropolitana y se abordaron contenidos que les permitieron aproximarse al conocimiento y comprensión sobre cómo la situación del Chile actual afecta y permea el trabajo de intervención psicosocial con NNA.



Seminario: Psicoanálisis y la práctica clínica

2017. Clínica Psicológica UDP
Las diferencias en torno al lugar de atención, nos llevan a interrogarnos por nuestra práctica analítica, es decir, por el ¿qué se escucha del padecer? y a la vez ¿qué interfiere nuestra escucha? Respecto a lo primero, podríamos pensar que el padecer se encuentra muchas veces interferido por una serie de condiciones sociales, del contexto temporal y de la relación del paciente con la institución de salud.



Seminario: Psicoanálisis y lo traumático

2016. Seminario de extensión en la Sociedad Chilena de Psicoanálisis
Abordó la experiencia de pacientes que han sufrido experiencias traumáticas y el trabajo psicoanalítico con ellos.



ARTÍCULOS





Tiempos de incertidumbre: ¿Cómo convivir con el estrés de la muerte rondándonos?

Por The Clinic el 15 de Mayo de 2020




Formas de prevenir el estrés postraumático

Posteado por Ps.Felipe Matamala S. el 08 de Noviembre de 2019

Sabemos que estamos en días difíciles para todas y todos los chilenos. La violencia muchas veces nos lleva a quedarnos sin palabras, con miedo y angustia.

Una forma de prevenir el estrés postraumático es ser contenidos por nuestra pareja, amig@s y nuestra familia. El hablar de las experiencias que vivimos o nos ha tocado ver, es importante. Es necesario discriminar entre nosotros mismos la distinta información de los medios y las redes sociales; nos permite no caer en angustias excesivas. Seguir leyendo...

Si bien es importante hablar y no callarnos lo que ocurre, debemos considerar que cada un@ de nosotr@s vive las cosas distinto y sabe cuando hablar. Es importante que la persona sepa que puede contar con nosotr@s.

Algunos de nuestros amig@s o familiares se recordarán las situaciones dolorosas de la dictadura y las experiencias de violencia que atravesaron. Tratemos de hablar de las experiencias, de escuchar lo que otros han pasado. Apoyarlos y agradercerles por lo que nos cuentan, permite apoyarnos.

Debemos entender que el silencio entre nosotras y nosotros, hace que vivamos el miedo, la angustia de manera solitaria y eso no nos permite apoyarnos en nuestros seres queridos, lo que muchas veces aliviana estas experiencias.

No debemos olvidar que nuestra rutina, está interrumpida. Entonces debemos tratar de retomarla en lo que podamos; organicémonos como grupo; cuidémonos entre vecinos y amigos. Estas son medidas protectoras que nos ayudan a poder seguir adelante.

Recuerde si va a salir a protestar por favor diga la hora en que volverá. No preocupe demás a sus seres queridos (tratemos de comunicarle a un conocido la hora en la que llegará a su hogar).

Si presenta algún hecho de violencia directo, como agresión y tiene consecuencias como angustia permanente; miedo excesivo y sueños de angustia. Por favor, comuníquese con un profesional de la salud mental.


¿Nuestros problemas los transmitimos a nuestros hijos?

Posteado por Ps.Felipe Matamala S. el 08 de Noviembre de 2019

Muchas veces nos preguntamos qué impacto tiene para nuestros hijos nuestros problemas, asuntos pendientes, las relaciones que hemos tenido durante nuestra vida con nuestros padres, amigos, hermanos, parejas, etc. La respuesta a esta pregunta es simple, todo les afecta de mayor o menor manera, sin embargo, esto no nos debe alarmar sino que por el contrario, es algo que hay que tener en consideración a la hora de relacionarnos con ellos.

No se trata tampoco de andar continuamente angustiados con qué emociones les traspasamos a nuestros hijos, sino saber que han existido situaciones en nuestra vida que nos han afectado y que hoy en día se reflejan en nuestra paternidad. Seguir leyendo...

La transmisión de nuestras problemáticas a nuestros hijos siempre se dará, algunas serán de manera consciente y, quizás, las más profundas se darán por medio de lo inconsciente. Es decir, que muchas veces no logramos darnos cuenta que lo que entregamos a nuestros hijos es fruto de una relación y de las vivencias que tuvimos en nuestra infancia, las cuales hemos pensado como experiencias agradables, desagradables o que aún no queremos pensar.

La angustia, las situaciones difíciles, las pérdidas, depresiones e incluso situaciones que significamos como traumáticas, son partes de las experiencias más difíciles en nuestra vida. Éstas, nos pudieron haber afectado durante nuestra infancia a tal modo que la única vía para resolverlas fue guardándonos lo que sentíamos creyendo que así nos protegeríamos o cuidaríamos a nuestros seres queridos. Así, ante algunas experiencias (muchas veces difíciles) hemos preferido “no molestar y mejor callar”; la fórmula que durante un tiempo nos ayudó a sobrevivir ante diversas situaciones que eran difíciles de pensar (porque nos producían pena, angustia o porque simplemente no nos permitíamos siquiera significarlas aún), con el tiempo dejan de funcionar. Comenzamos a hacer aguas por otro tipo de situaciones y que parecieran que no tienen conexión alguna con lo que nos pasa en la actualidad, así, nos enojamos, tenemos reacciones que no quisiéramos tener y que incluso ni nosotros mismos sabemos porque ocurren, pero cuando éstas ocurren nos acarrean problemas.

Nuestros hijos se recienten de los que nos pasa y nos ha pasado, establecemos una conexión psíquica por medio del lenguaje, las miradas y nuestro cuerpo. Entregamos a la hora de compartir con ellos, experiencias que nosotros mismos hemos aprendido de otros y otras que han quedado pendientes en generaciones anteriores.

Así, transmitimos a otras generaciones los mismos problemas, esperanzas, conflictos, que han quedado pendientes sin que nosotros lo sepamos. Tanto ellos como nosotros hemos guardado silencio ante estas vivencias, se sabe que hay algo que pasa que pero no saben cómo ayudarnos y se ha preferido no preguntar para no generar un rompimiento o una crisis familiar que se cree que pudiese llegar a suceder ante la opción de develar el secreto.

La transmisión de nuestros conflictos conscientes e inconscientes ocurre bajo lo anteriormente descrito, pero también, bajo el “secreto psíquico”. Éste (muchas veces ignorado por nosotros mismos), guarda nuestras vivencias más profundas, aquellas que son muy difíciles de pensar y son traspasados a generaciones posteriores. Las vivencias las percibimos pero, a su vez, las hemos normalizado a tal punto que develarlas nos genera angustia, temor u conflicto. Así, las formas de expresarlas que tenemos o que tienen nuestros hijos es por medio de actitudes y situaciones que resultan ajenas a la conducta familiar (por ejemplo: angustias, miedos, diversos síntomas conductuales), generando, muchas veces que nos veamos expuestos a situaciones que resultan incomprensibles por nosotros mismos.

Sin embargo, no se trata de no traspasar estos conflictos, ni de caer en una constante situación de angustia al preguntarse una y otra vez, si lo que hace mi hijo es por tal u otra cosa que le he transmitido. Lo importante, es esclarecer conflictos o deudas que no hemos logramos resolver, que nos apoyemos en nuestra pareja, familia, amigo o terapeuta, para que así las situaciones las hagamos más amables de pensar con otros, aunque muchas veces impliquen dolor. Es importante que consideremos lo que nos ocurre y en su determinado tiempo les expliquemos a ellos lo que nos ocurrió (si es que encontramos necesario hacerlo).


¿Cuándo consultar al psicólogo?

Posteado por Ps.Felipe Matamala S. el 08 de Noviembre de 2019

En distintas ocasiones se cree que debemos consultar al psicólogo porque nos sentimos mal. A veces, los problemas familiares, con nuestras parejas o con los hijos, hacen de que no siempre sepamos como manejarlos e inclusive notemos de que el problema se repite una y otra vez, hasta el punto de que se hace imposible seguir manteniendo una vida relativamente equilibrada.

En el trabajo, las relaciones con nuestros compañeros de trabajo sumado a las diversas labores que debemos realizar tanto las mujeres como los hombres, hacen de que nos encontremos exigidos en nuestra vida cotidiana. Pese a todo esto, seguimos esperando el momento en el cual consultaremos. Seguir leyendo...

La sensación de que podemos manejarlo todo, a veces, nos pasa la cuenta. Nos hace sobre exigirnos. Sin duda, una de las situaciones que nos motiva es el encuentro con el dolor, con ese dolor, que no se quiere seguir sintiendo impulsa a consultar al psicólogo.

Sin embargo, hay momentos en los cuales se desconoce ese dolor. Aparecen, las depresiones, las crisis e inclusive a realizar ciertas acciones que serían impensadas en otros tiempos. ¿Ahí es cuando debemos consultar? Si y no... Sin duda que uno de las situaciones más comunes son las crisis, pero resulta importante considerar que éstas (las crisis) se pueden prevenir. ¿Cómo? conociendo un poco más de nosotros, quizás en la medida en que nos demos cuenta de que estamos a punto de... cuando no se da más. Ese momento, es importante consultar. Esto, nos permitirá evitar o por lo menos sobre llevar una situación compleja. Y aún, si esta situación ya pasó, puede ser el tiempo de acercarse a un psicólogo.


¿Qué perdemos cuando perdemos a un ser querido?

Posteado por Ps. Felipe Matamala el 08 de Noviembre de 2019

Las pérdidas de seres queridos no sólo nos afectan nuestro estado de ánimo, sino que se traducen en otras pérdidas, de ciertas rutinas (que teníamos con esa persona), expectativas y planes a futuro en algunas ocasiones parecieran quedar truncados. La interrupción es una de las principales características de la pérdida, la sensación de corte repentino de nuestra cotidianidad es la sensación que se suma al de la angustia. En algunas ocasiones se traducen en el dolor, dolor que liga la pérdida con el ser querido pero que evidencia de manera inconsciente conflictos que quedaron inconclusos. Seguir leyendo...

Aquello que no dijimos o que en su momento no hicimos (por miedos, rabias e inclusive fantasías de que dañaríamos a la persona si hablábamos de un tema u otro) vuelve a nuestra conciencia casi en el momento en el cual la persona deja de estar.

El dolor y la angustia aparecen en el presente como culpas inconscientes y conscientes que estancan el sufrimiento y en la medida en que más se piensa en ello, se detienen en el tiempo. Agudizan algo y se suman a otros pensamientos, miedos y fantasías que guardamos desde la infancia.

Aparece entonces un espacio de hablar, de analizar lo que nos ocurre para tener un mejor panorama de nosotros mismos, de nuestros deseos, temores y también secretos inconscientes. Así, por medio de la terapia se hacen presentes y permiten pensar las pérdidas de las relaciones de parejas, de padres e hijos o seres queridos.


Tengo una enfermedad para toda mi vida

Posteado por Ps.Felipe Matamala S. el 08 de Noviembre de 2019

Asumir una enfermedad terminal no sólo involucra un primer proceso asociado a lo impresionante de saber que se está enfermo. Los miedos, angustias y fantasías en muchas ocasiones son parte del anuncio de la enfermedad. El futuro que hasta ese momento parecía de gran claridad con objetivos y metas claras comienza repentinamente a modificarse, los mismos miedos se pueden hacer más presente en la medida en que no se sabe cómo ni qué hacer. Seguir leyendo...

La importancia de saber las características de la enfermedad y su tratamiento, resultan ser muy importantes para poder afrontarla. Sin embargo, una de las situaciones más importantes es si nuestros seres queridos deben o no enterase y cuando. Quizás el miedo a hacerles daño o a sentirnos rechazados es algo de lo que se pone en juego a la hora de contarles.

¿Qué pensarán de la enfermedad? ¿Sufrirán? Son una de las preguntas trascendentales a la hora de pasar por una enfermedad que perdurará en el tiempo.

En determinadas ocasiones, guardar en secreto la enfermedad es una de las decisiones que trae algunas consecuencias, inclusive sintomáticas: desánimo, angustia o sensaciones de agobio, suelen ser uno de las alarmas más comunes. Estas, nos indican de que la situación requiere de alguien que nos pueda ayudar u orientar en la enfermedad. Alguien de nuestra familia, amigo y/o especialista.

VIDEOS




CONSULTA


Dirección Consulta

Toledo 1944, Providencia, Región Metropolitana, Santiago de Chile

Fotos Consulta

CONTACTO

Correo electrónico

felipematamalasandoval@gmail.com

Teléfonos

+56 9 76586171 +56 22 8235281

Whatsapp


Instagram